Cada vez más cocineros de vanguardia ensalzan sus cualidades organolépticas, mientras que los nutricionistas hablan de sus beneficios para nuestro organismo
LA SIDRA.- El vinagre de sidra ha sido uno de los ingredientes de la cocina asturiana por obvias razones. La sidra es la bebida del país, pues el vinagre de sidra es el vinagre del país, no hay más. Las personas vinculadas al campo siguen, incluso, echando alguna vez garbanzos a las “sidra pasada” para acelerar el proceso de avinagramiento.
Sin embargo en los últimos años, varios han sido los chefs que han ensalzado este producto. Por un lado, presenta una acidez más suave debido a posee menos ácido acético que el vino, por lo que es idear para usarlo en platos que tienen como elemento protagonista el pescado o el marisco. Lo mismo sucede con vinagretas y otro tipo de aderezos en donde se requiere que el aroma y el sabor de los ingredientes no sucumban a la acidez.
Por otro lado, si hablamos de sus beneficios para nuestro organismo, contiene magnesio, potasio, y vitaminas A, C, E, B1, B2, y B6. Además contiene pectina, que ayuda a la eliminación de toxinas y actúa como saciante. Y por supuesto, de sobra es conocida la labor del ácido para la absorción de nutrientes. Y una cosa más, ahora que muchos están de vacaciones… suele suceder que debido a estar fuera de casa, a veces las comidas no sientan todo lo bien que deberían. Pues el vinagre es un buen aliado ya que desinfecta, es eficaz si andamos un poco sueltos del estómago y además puede servir para tratar picaduras o infecciones de oído.