El restaurante asturiano situado en Águilas, “sigue haciendo patria” en territorio murciano
LA SIDRA.- El próximo día 9 de diciembre el restaurante asturiano Casa Menéndez celebrará su ya tradicional entrega de los galardones denominados “Faba de Oro”. Los propietarios del local, Teresa Lastra Candelas, como guisandera, y Bautista Menéndez ya son ampliamente conocidos y populares en Murcia por la promoción que realizan, habitualmente, del producto gastronómico asturiano por excelencia, celebrando estos reconocimientos, desde hace varios años, en este mes así como otros premios que se entregan en julio, bajo la denominación de ‘Bonito del Norte’.
Así, los galardones reunirán nuevamente a grandes personalidades de distintos ambientes sociales: cultural, deportivo, político, artístico, literario o empresarial. Y tienen como destinatarios, en esta ocasión, a la poetisa Magdalena Sánchez Blesa, residente en Alhama de Murcia; a la Academia General del Aire de San Javier una de las instituciones más reconocidas y valoradas internacionalmente de la región de Murcia. Y, finalmente, al municipio asturiano de Villaviciosa, “famoso por muy amplios valores entre los que destaca su intensa producción de manzanas con las que se elabora una sidra de prestigio mundial: “El Gaitero”’ explica Pedro Hurtado García.
Casa Menéndez es un restaurante gestionado por asturianos “de sentimiento, devoción y corazón, pero en tierras murcianas” señala Hurtado y continuó: “es todo un lujo, sobre todo porque Teresa es una guisandera auténtica, de las de verdad, persona que goza junto a los fogones a los que trata de obtenerles el máximo partido en beneficio de sus comensales, llegados de diferentes latitudes nacionales, así como de otros muchos países por la condición turística del municipio de Águilas. Ella, se esfuerza denodadamente para ofrecerles platos exquisitos, suculentos, de placentero sabor, esmerada elaboración y con el denominador común de una cocina asturiana tan refinada como atractiva, mientras que Bautista los sirve en la sala con la generosa información que el comensal agradece y valora al sentir la tradición como propia y la calidad del servicio, en su conjunto, como algo verdaderamente impagable”.