El etiquetado de este producto enfada a los tradicionalistas en Reino Unido.
LA SIDRA.- El éxito de las sidras elaboradas por Bulmers, Magners y Kopparberg entre otros, ha llevado a debate si el etiquetado de sus productos como “sidra de pera” debe permitirse o no.
Esta denominación ha molestado a los tradicionalistas de la Campaña por la Auténtica Ale (CAMRA), que opinan que la sidra se hace únicamente con manzanas, mientras que “perry” debe ser el nombre que se utilice con las bebidas alcohólicas de pera.
De acuerdo con Gillian Williams, del comité de campañas de CAMRA, la sidra y el “perry” han sido una tradición británica durante cerca de 1.000 años y está mal llamar a otras bebidas “sidra de pera”. La verdadera sidra y el perry tienen una graduación entre 6% y 8,5%, mientras que la mayoría de estas bebidas espumosas tienen alrededor de 4%. También argumentan que la verdadera sidra debe contener al menos un 90% de zumo fresco de manzana.
Por su parte, la Asociación Nacional de Productores de Sidra (NACM) del Reino Unido, mantiene que los fabricantes de bebidas no hacen nada malo al etiquetar sus productos como “sidra de pera”. A efectos fiscales una sidra o un “perry” deben contener un mínimo de un 35% de zumo de manzana o pera como producto final. Argumentan que no hay diferencia entre “perry” y “sidra de pera” en la forma en que se producen o se gravan. Si la industria cree que ese es el mejor nombre para explicar a los consumidores lo que están bebiendo, no debería haber ningún problema.