Nunca debemos olvidar que por más que Asturies sea el país de la sidra, hay otros muchos países donde la sidra también les es propia, como puede verse en este impresionante cuadro de George Henry Durrie, de 1863.
LA SIDRA.- La obra se titula Otoño en Nueva Inglaterra, la elaboración de la sidra, y es la más pequeña de las dos versiones sobre este tema que Durrie finalizó poco antes de su muerte (1863). Pese a que este pintor tiene más fama por sus paisajes invernales, estas obras llega a ser consideradas de las mejores. Desde mediados de la década de 1850 Durrie pintó escenas repletas de detalles de la vida campesina, con montones de heno y manzanas apiladas en perfecto orden, ganado dócil y las típicas tabernas del valle del río Connecticut, evocando una visión ideal de la vida rural en los primeros años de la guerra civil norteamericana
El cuadro en cuestión se trata d’un Óleo sobre lienzo de 66 x 92 cm, y pertenece a la colección Carmen Thyssen- Bornemisza que se encuentra en depósito en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza