Julián Castañón, ganador del concurso de la DOP, es el protagonista de nuestra entrevista del mes, que se publicará en breve, en la siguiente edición de la revista LA SIDRA
LA SIDRA.- Uno de los objetivos del llagar Castañón es lograr la estabilidad en la calidad de su sidra, condición difícil de lograr en esta bebida, sujeta a muy diversos factores en su proceso de elaboración. No obstante los reconocimientos obtenidos tanto en este como en años anteriores demuestran que ha escogido el camino correcto pues sus marcas ocupan los primeros puestos en los concursos más importantes. El último: mejor sidra natural en el certamen de la Denominación de Origen Protegida.
“La verdad es que sí cuesta trabajo porque la sidra es un producto difícil, la materia prima es bastante cambiante, no todos los años se pueden conseguir los mismos tipos de manzana, entonces tienes que seleccionar bien los que vas a utilizar. Eso sí, por lo que yo estoy apostando, que es por la Denominación de Origen Protegida, hay manzana suficiente todos los años. Nuestros esfuerzos se centran en mantener la regularidad de nuestra sidra. Buscamos como resultado una sidra afrutada, que guste al público en general, que entre bien, que sea suave y rica” explica Julián Castañón.
El llagarero, señala, que a diferencia de lo que se hizo tradicionalmente en Asturies, él apuesta por las determinadas variedades de manzana. “Antes, cuantas más variedades de manzana mayases juntas, mejor se consideraba la sidra. Se pedía mucha mezcla. Nosotros decidimos hacer lo contrario, apostamos, efectivamente, por unas determinadas variedades todos los años, y más o menos hemos conseguido hacerlo”.
La entrevista completa podrá leerse en la revista en papel, y online, que está al salir.