La VI degustación de Sidra Casera de Carreño, consolida este evento como referencia obligada del panorama sidrero asturiano
LA SIDRA.- El polideportivo de Perlora, en el Barriu la Pedrera, y organizada por la Asociación de Sidra Casera de Carreño, esta sexta degustación contó con la participación de 21 llagareros caseros, 20 del concejo de Carreño y uno de la Asociación Sociocultural de Muñó, ASECEVI, que fue el llagar invitado de este año.
Veintiun llagares y mucho amante de la sidra que no quiso perderse esta oportunidad única de disfrutar de estas sidras de calidad, auténticas, con sabores que no suelen encontrarse en la sidra más comercial, y que mantienen la esencia de la tradición sidrera asturiana.
Como es habitual, comprando el vaso conmemorativo (5€) se daba opción a probar la sidra presentada. Mucha sidra, y la mayoría de ella de bueno a muy bueno, mucha de ella sidra añeja, porque siendo el pasado año de vecería hubo quien no se animó a mayar. Por si fuera poco, la asociación organizadora fue tan espléndida que invitaba también a pinchos -lacón, empanada, tortilla, bollinos preñaos.. -para acompañar a la sidra, que hay que ‘forrar’ bien el estómago si queremos ser capaces a probar toda la oferta sidrera-.
Además también pudo disfrutarse de la X Exposición de elementos funcionales de llagares antiguos, que contó con cinco piezas cedidas para el evento por parte de llagareros del concejo. Así mismo resultaron todo un éxito los talleres de elaboración de sidra dulce y de escanciar sidra para niños y niñas.
También llamó mucho la atención la presencia de la empresa UriaXair, S.L., especializada en ciencia de datos, que llevará a cabo un análisis de sentimientos sobre la cultura de la sidra y la percepción de la sidra casero, y que puso a los asistentes en la difícil tesitura de distinguir entre fotografías de manzana de verdad y otras generadas por inteligencia artificial.
Destacar por otro lado la entrega de la Manzana de Oro al primer productor de sidra achampanada de Carreño, recuperando de esta manera una tradición sidrera que no suele reivindicarse.
En resumen, que hay que esperar un años hasta la próxima degustación, y siendo este un año de cosechona, seguro que habrá interesantes novedades.