También destaca el incremento del 20% en las ventas de sidra natural espumosa DOP.
LA SIDRA.- Las ventas de DOP Sidra de Asturies volvieron a marcar en 2017 un nuevo récord, al superar en un 14% las del año anterior. Este incremento no hace otra cosa que demostrar el creciente interés del consumidor por la DOP Sidra de Asturies. En concreto, en 2017 se entregaron 2.170.500 contraetiquetas, frente a 1.905.000 entregadas en 2016, lo que supone un incremento de 265.000 precintas de garantía (14 %).
La sidra natural espumosa amparada en la denominación de origen también tuvo un crecimiento importante, aumentando las ventas un 20% respecto al año anterior. Durante la campaña de 2017, se destinaron un total de 6.926.863 kilos de manzana asturiana a elaborar sidras amparadas por la denominación de origen protegida y los litros potencialmente certificables bajo DOP Sidra de Asturies para la cosecha de 2017 serán 5.200.000.
La DOP Sidra de Asturies se puede encontrar en el mercado en tres variedades diferentes. Por un lado, está la sidra natural, la más tradicional y conocida en nuestro país; por otro lado la sidra natural de nueva expresión (filtrada) que se sirve en copa sin necesidad de ser escanciada; y por último la sidra natural espumosa, que ha de servirse en copa tipo “flauta” para mantener el carbónico endógeno y el sabor. Esta tercera variedad demuestra que la tradición no está reñida con la innovación, logrando que de un producto tradicional se obtenga uno mucho más sofisticado.
Daniel Ruiz, gerente de la DOP Sidra de Asturies valora estos resultados:
¿Cómo se sienten con esta espectacular subida de ventas?
Muy contentos, ya que constituye un récord histórico y una garantía de que la sidra DOP se va consolidando, al volver a alcanzar un doble dígito por segundo año consecutivo (el año pasado las ventas subieron un 10%). Y la certeza de que el cliente demanda una mayor calidad. Muestra de ello son las casi 2.200.000 contraetiquetas de este año.
¿A qué cree que se debe este aumento en el consumo?
Se debe a varios factores. El primero es que el cliente decide apostar por un producto de calidad y saber qué esta consumiendo. En segundo lugar, las acciones de marketing que van dando sus frutos. Y finalmente, y no menos importante, la intensa comunicación del Consejo Regulador. Todo ello se constituye en un proceso en cadena que genera estos resultados tan positivos.
¿Cuáles son los retos que se plantean para el futuro?
En primer lugar, reforzar el posicionamiento de la marca “Sidra de Asturias”, que logra hacer menos confuso el consumo. Esto es debido a que ofrece un Certificado de Calidad y Origen, basado en exhaustivos controles, del que carecen otras sidras y que asegura la utilización de manzanas 100% asturianas.
Y, por otro lado, continuar un crecimiento no sólo a nivel de nuestro país, sino abriéndose a nuevos mercados a nivel estatal.