Con la campaña casi terminada, el sector reflexiona y se prepara para el próximo año que, debido a la vecería, puede volver a repetir una “cosechona”. El objetivo es que la manzana asturiana tenga asegurada la demanda en los llagares a precios rentables.
LA SIDRA.- Finaliza la temporada de cosecha de la manzana, una de las más importantes dentro del ciclo agrícola asturiano que ha marcado la vida de esta sociedad durante generaciones. Si en algo coinciden los especialistas involucrados en este sector, es que en este país la recogida de este fruto es complicada. La singularidad orográfica de Asturies hace que sea difícil poder contar con maquinaria que supla la mano del hombre o de la mujer; un escollo al que no tienen que enfrentarse en otros lugares, fuera de nuestras fronteras, donde la orografía es más llana. Esto inevitablemente incide en la producción, y claro, en el precio.
Los cosecheros asturianos luchan por sacar adelante sus cultivos, pero no siempre lo consiguen. El año pasado la llamada “cosechona” provocó, como su nombre indica, una sobreproducción que muchos agricultores no fueron capaces de colocar en los llagares. Esta situación tuvo su respuesta en diversas manifestaciones, en especial en Villaviciosa, en las que se denunciaba que muchos de los frutos se pudrían en los campos; ya sea porque el precio al que se estaba pagando la manzana era inferior incluso a los costes de recogida; o porque sencillamente los elaboradores tenían sus necesidades cubiertas ya fuera con frutos de aquí o de fuera.