La sidrería regentada por Juanín Macho comenzó su andadura a finales de septiembre y, desde entonces, está dándose a conocer y teniendo una buena aceptación entre los clientes gracias a su cocina casera y a su trato familiar.
LA SIDRA.- Solo lleva abierto desde finales del mes de septiembre, pero la dedicación, el trabajo y, sobre todo, la pasión que ponen su dueño, Juanín Macho, y el resto del equipo, cada día, en La Chicuelina está empezando a dar sus frutos. Después de casi tres décadas vinculado al mundo de la hostelería, Juanín, animado por familiares y amigos, decidió dar el paso y coger las riendas de su propio negocio y, de momento, “estamos teniendo buena aceptación, aunque la cosa va poco a poco, no me puedo quejar porque conozco cómo es este sector y sé que las cosas van despacio al principio”. Es consciente de que la clave es “darse a conocer” y, a partir de ahí, fidelizar al cliente y conseguir mantenerse.
De momento para lograr su objetivo, se basa en un trato cercano y familiar con el cliente y en una sabrosa cocina casera tradicional, sustentada en su menú diario, que, por solo 8 euros, ofrece un entrante, un primer plato y un segundo. En su amplia carta, cuenta, entre sus especialidades, con el cachopo, por supuesto bien grande, pudiendo elegir entre cuatro variedades distintas: jamón y queso; jamón, queso, pimientos del piquillo y espárragos; cecina y queso de cabra; y picadillo con salsa al Cabrales. No descartan introducir algún sabor nuevo para el que están trabajando en sus fogones y que esperan poder dar a probar pronto. Si el cliente lo que busca es algo distinto, no puede irse sin probar su “Pollo Chicuelina”, una buena pechuga de pollo con ajo puerro pochado, nata y pimienta blanco, acompañada de una abundante ración de patatas.
Sidra Menéndez, Val d´Ornón, y Llagar de Quintana