En la revista de este mes ofrecemos varios ejemplos de bebidas elaboradas con manzana proponiendo armonizajes con platos internacionales como el chucrut, salmón con tzatziki o falafel
LA SIDRA.- La sidra es una bebida con larga y amplia trayectoria en la historia de Europa. Si bien es cierto que las espumosas ocupan un nicho primordial en regiones como Bretaña o Frankfurt; o que existen importantes casas elaboradoras en zonas en el Reino Unido que lo hacen ser uno de los países con más pujanza en este sector; también es verdad que poco a poco se está apreciando un resurgir de la sidra en lugares donde la tradición de producirla se había perdido o estaba en proceso de hacerlo. O incluso ni siquiera existía.
Resurgen o se crean llagares nuevos, sí; pero también con ideas muy definidas sobre cómo se debe desarrollar una empresa que tiene a la manzana como su eje principal. Incluyen, por ejemplo, dentro de su misión e ideología empresarial, el desarrollo productos orgánicos, ecológicos, que respeten la flora y fauna local. También apuestan firmemente por hacer gala de su tradición, poniendo énfasis en su pasado agricultor y la importancia de recuperar este tipo de labor para generar un tipo de economía con el circuito de proximidad como objetivo.
En la edición de julio de la revista LA SIDRA ofrecemos varios ejemplos de esta sidras, proponiendo distintos armonizajes con platos internacionales como el chucrut, salmón con tzatziki falafel. También damos las claves de su preparación. Por ejemplo, para el falafel: para cuatro personas, dejamos medio kilo de garbanzos a remojo la noche anterior. Al día siguiente los ponemos en una batidora –sin cocer– con 2/3 de cebolla y tres dientes de ajo picados; media taza de perejil y cilantro frescos y picados también; dos cucharadas de comino molido, una cucharadita de sal y una taza de agua. Todo se mezcla hasta obtener una textura espesa y dejamos reposar media hora. Con la masa haremos bolitas del tamaño de croquetas y freímos.