Fue en Octubre de 1971 cuando la noticia fue publicada: la ley 7 permite por primera vez que una parte de las cosechas de manzanas sea dirigida a la fabricación y venta de sidra.
En los primeros años después de la promulgación de la ley, la progresión de las ventas es considerable: alcanzan 5 millones de litros vendidos en 1974. Pero luego aparece el vino en las tiendas de comestibles, provocando una caída del 50% de las ventas de sidra. En 1980, sólo un millón de litros de sidra es vendido en Quebec.
El sector de la sidra conoce un giro a finales de los años 1990 haciendo que se produzca cada vez más sidra de alta calidad. Es en este periodo cuando se elabora un producto que se convertirá en una firma para Quebec: la sidra de hielo. La fabricación de la sidra de hielo se inspira de los vinos de hielo europeos. Sin embargo, es el clima único de Quebec, con su frío natural, el que permite su elaboración.
Conocemos la continuación. El entusiasmo para la sidra de hielo cruzó las fronteras y ganó prestigiosos premios internacionales.
Hace algunos años, se empezaron los trámites para proteger y certificar este producto único de Quebec. Hoy, la sidra de hielo de Quebec es una denominación reservada con el reconocimiento Indicación Geográfica Protegida (IGP).