Marcos Abel Fernandi
De un “Principado” que hace pública expresión de su desprecio por todo lo asturiano, y en concreto de nuestra bebida patria realizando, por ejemplo, los brindis oficiales con “vino español” en lugar de hacerlo como sería lo propio, con sidra o vino de Cangas no cabe esperar gran cosa, pero ahora, con la cosechona, y gracias a las declaraciones de su director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación ha conseguido superarse, dando muestra de una total improvisación e irresponsabilidad.
Y es que ante el caos generado en un año como este de cosecha de manzana -como cabe esperar por el problema endémico de la vecería-, el director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas, no parece asumir ninguna responsabilidad en el tema. Incluso llega a culpabilizar a los propios cosecheros de la situación creada y esgrime excusas sobre las leyes del mercado, la oferta y la demanda y la no intervención de la Administración en estos temas.
Para entendernos, es como si ante una epidemia de gripe –anualmente esperada y previsible- el responsable político de sanidad en lugar de tomar las medidas sanitarias oportunas para hacer frente a esta situación se limitara a faltar al respeto a los pacientes culpándolos por no tomar precauciones y no abrigarse bien.
Que no nos engañen, el problema no es la cosechona, el problema es la ausencia de las necesarias medidas de previsión, planificación, ordenamiento y proyección de futuro del sector. El carecer de un gobierno propio que mire por los intereses de Asturies y los asturianos es el problema, y nos sale muy caro.