El mundo de la sidra avanza de forma espectacular en estos meses de primavera, de tal forma que los eventos que tienen a la sidra como principal protagonista se multiplican hasta el punto de hacer difícil cumplir con todos ellos que, por lo demás, muchas veces coinciden en el tiempo.
Otro tanto ocurre con la actividad en las sidrerías y merenderos. Conforme los días se hacen más largos y las temperaturas más agradables, la afluencia a los mismos se dispara y el ambiente se vuelve cada vez más festivo.
La sidra renace nuevamente y se expande de forma notable ¡y todavía está iniciándose la temporada de las fiestas de prau!!
En la actualidad de este mes hay que destacar sin duda la presentación del proyecto europeo CIDEREU, liderado por la Fundación Asturies XXI con el placet del Ayuntamiento de Xixón, y que ha hecho historia al conseguir presentar ante la Comisión Europea una propuesta que implica a ocho ciudades distintas –tres de ellas asturianas- de cinco estados de la Unión Europea. Se trata de una iniciativa pionera, sin precedentes, en la que a partir de la manzana y la sidra como nexos de unión se revalorizan y reivindican esos productos y las ciudades participantes, dentro del marco europeo.
Liderar semejante propuesta constituye todo un éxito, vincular a las ciudades y elaborar un programa de actividades para dos años, una auténtica heroicidad y; si finalmente consigue ser aprobado en la Unión Europea, podremos hablar de un antes y un después en el panorama sidrero asturiano y europeo.
En la parte negativa, se materializa la discriminación del Muséu del Pueblu d’Asturies a la Primer Sidre L’Añu, puesto que, tras denegar su celebración con argumentaciones espúreas, ha permitido la celebración en sus instalaciones de un evento similar, el LEV Festival, en el que, eso sí, se consumía cerveza en lugar de sidra. Lamentable.
En otro orden de cosas, preocupa en los ambientes sidreros la forma en la que la temporada turística –que se anuncia aún más masificada de lo habitual- va a influir en el consumo de sidra. Cada vez son más las sidrerías que abandonan la barra, y que con la llegada del verano se convierten prácticamente en ‘casas de comidas’, siendo casi imposible tomar una botella de sidra.
Son preocupaciones lógicas que habrá que ver cómo van evolucionando; en cualquier caso, estamos en un momento estupendo para la sidra, ¡disfrutémosla!