Editorial
A finales de la primavera se acumulan las actividades sidreras de forma impresionante, con fiestas y festivales de la sidra a cual más popular, en Muñó, en L’Entregu, Onís, Cuaña, Carbayín, Uviéu, Xixón… la vitalidad de la cultura asturiana de la sidra puede llegar a ser estresante para quienes queremos disfrutarla en todas sus expresiones.
Pero este mes el protagonismo se lo lleva la DOP Sidra de Asturies, que ha conseguido comprometer a las sidrerías llaniscas, que ha realizado en Cangues d’Onís su segundo Salón de Sidras Espumosas, que ha iniciado una brillante campaña de verano “Rasca la etiquetina”, y que celebra este mes en Uviéu su Salón de las Sidras de Asturies.
Destaca también Nava, que no solo ha celebrado con un D’Sidres Folk Fest el Día Internacional de la Sidra, sino que presenta una programación estupenda para el próximo Festival de la Sidra de Nava; y donde el Museo de la Sidra va adquiriendo cada vez mayor protagonismo, acogiendo en su espacio todo tipo de iniciativas vinculadas con la sidra, y presentando una muy interesante programación para lo que queda de año.
De destacar así mismo la Preba de Gascona, un auténtico fenómeno social con una impresionante capacidad de convocatoria que reivindica el protagonismo de la capital asturiana en el panorama sidrero.
En otro orden de cosas, continúa la problemática con la botella de sidra ‘Molde Fierru’, viéndose con preocupación en el sector la posibilidad de que la propietaria de la marca registrada –la Asociación de Sidra Asturiana, ASSA- pretenda cobrar por el uso de esta botella a los no asociados. De momento no hay nada definitivo y hay que reconocer que la prudencia que está mostrando esta asociación facilita la posibilidad de una solución dialogada.
Desde estas páginas ya habíamos advertido que la dejación de funciones del ‘Principado’ a la hora de defender el patrimonio asturiano que representa la botella de sidra iba a acarrear problemas, de tal forma que en este momento la única alternativa que podría satisfacer a todas las partes sería su declaración como Bien de Utilidad Pública, recuperando la botella ‘Molde Fierru’ para el libre uso por todos los asturianos. Eso sí, previo reconocimiento a la buena labor realizada por ASSA, y una indemnización proporcionada que los resarza convenientemente no solo de los gastos, sino de los riesgos asumidos.
