Editorial
Si el mes pasado destacábamos cómo la vitalidad de la cultura asturiana de la sidra propiciaba la acumulación de actividades sidreras hasta el punto de hacer muy difícil cumplir con todas ellas, este mes se mantiene la tendencia con una importante progresión de las convocatorias que vienen de años anteriores y la aparición de otras nuevas que abren espacios originales en este ya de por sí completo calendario sidrero con el que contamos.
Este mes de nuevo lleva el protagonismo la DOP Sidra de Asturies, cuyo XII Salón se confirma como un referente fundamental del mundo de la sidra asturiana -que merecería desarrollar una proyección internacional-, y que a su ‘Rasca y gana con la sidra asturiana’ suma un exitoso ’hit sidrero’ del verano con su ‘Da-y Barbie’.
No quedó atrás la villa de Nava, cuyo festival, ¡el 47! sigue renovándose, ampliando perspectivas y sumando adeptos gracias a la implicación de los vecinos, y muy especialmente de los llagares navetos, y a un planteamiento muy plural, que conjuga actividades formales como el ‘Sidroforum’ con otras más lúdicas, como la prueba de sidra o la comida en la calle. Súmese a esto una mayor proyección exterior y los resultados hablan por sí mismos.
Por el medio muchísimas más actividades, con jornadas sidreras en Carbayín –Siero-, Villacondide –Navia-, Morea Riba –Ayer-, Pimiangu –Ribadeva-…. y otras nuevas, como son la inauguración de la exposición de fotografías LA SIDRA, o la convocatoria de la Primer Sidre en Cangues d’Onís, con las que este concejo reivindica su cultura y potencialidad sidrera que ya había dejado de manifiesto con su participación en la Red Europea de Ciudades de la Manzana y la Sidra –CiderCities- y en el proyecto europeo CIDEREU.
Además, este mes ha tenido lugar la presentación formal de la Federación de Asociaciones de Sidra Casera de Asturies –FASCAS-, tras un proceso constitutivo modélico, realizado desde la base, y sin prisas, como debe ser, y cuya existencia augura un mayor desarrollo de las múltiples jornadas de sidra casera que ya han comenzado a celebrarse, y que se alargarán hasta el mes de septiembre.
Por lo demás la sidra sigue disfrutándose en las sidrerías, y se expande por merenderos, romerías y múltiples fiestas de prau del verano asturiano… ¡La sidra vive, la vida sigue!