Editorial
2023 está resultando un año especialmente dinámico en lo que al mundo de la sidra se refiere, y este mes de diciembre no quiere ser la excepción.
La celebración del Ier Salón de las Sidras espumosas con DOP, el ya clÁsico Asturies sidra brut, y la esperada presentación del libro ‘Muyeres del Llagar’ marcan un mes especialmente importante en el panorama sidrero, en el que la sucesión de las fiestas navideñas nos ofrece la oportunidad única de participar en la reivindicación social de nuestra
bebida, haciéndola estar presente en cuantas celebraciones tengamos la oportunidad de intervenir.
A estas alturas, la calidad de la sidra natural, y la generalización de los escanciadores eléctricos facilita su presencia y consumo en cualquier escenario; y por otra parte, la diversificación de la sidra permite contar con múltiples presentaciones -espumosas, filtradas, de hielo, licores y aguardientes.., todas ellas con un nivel de excelencia que las hacen competitivas frente a otras bebidas que cuentan con mayor
presencia mediática.
Por lo demás, se acaba el año con muchas cuentas pendientes y sin haber avanzado lo más mínimo en aspectos de una necesidad tan evidente como es la elaboración de un Plan Estratégico para la Manzana y la Sidra, por más que se repitan situaciones tan anómalas como es la falta de capacidad para autoabastecernos de la manzana necesaria para la sidra que producimos.
También resulta de especial interés el nuevo escenario que se presenta con la reciente llegada del AVE. La mejora de las comunicaciones aportará un mayor número de turistas a esta tierra donde la masificación ya es un hecho. Habrá que analizar de qué manera pueda revertir en beneficio del sector.
En otro orden de cosas, este es un mes transcendente en lo que a la elaboración de la sidra se refiere, con depósitos y toneles donde la sidra nueva está en pleno proceso de fermentación, y donde ya podemos observar el diferente trato que recibe en unos y otros llagares en cuestiones tales como la utilización del frío o los trasiegos. Procesos que irán determinando las características de lo que será la sidra del año que nos llega y que marcará la identidad y diversidad que siempre ha caracterizado a nuestra bebida.
Lo recordamos una vez más, ¡¡que no falte la sidra en ninguna mesa ni celebración navideña!!
¡Sidrifiquemos las fiestas!
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