Editorial
La exitosa celebración de la XII Primer Sidre L’Añu –PSLA-, marca un inicio de temporada sidrera con unas estupendas perspectivas, que esperamos se vean confirmadas.
La importante afluencia y participación en la PSLA de este año, y la calidad de las sidras que en ella pudieron degustarse -con Sidra Roza, como sidra oficial tras obtener la distinción de Meyor Primer Sidre L’Añu’22- anuncia una temporada sidrera excepcional, en la que el buen producto se suma a las ganas de recuperar el tiempo perdido tras la agotadora pandemia que venimos sufriendo.
Han sido cuatro jornadas de espicha inolvidables, donde se ha potenciado un consumo sano y responsable de nuestra bebida, donde la cultura asturiana de la sidra se ha expresado en todas sus manifestaciones, y donde la vitalidad y transversalidad de la misma ha quedado de manifiesto, con participación e implicación de amantes de la sidra de todas las edades.
Por otra parte, y como feliz consecuencia de la iniciativa de recuperar la primer sidre del añu como producto diferenciado -una sidra nueva que había llegado a desaparecer del mercado por la industrialización de los llagares- este año aumenta nuevamente el número de llagares que ponen a disposición del público su primer sidra del año, llámenla sidra sobre la madre, sidra nueva, sidra de primavera…
Y esto es solo el comienzo, próximamente los llagareros de sidra casera realizarán su primer encuentro, se entregarán los premios del Concursu Semeyes LA SIDRA y se inaugurará la exposición de las fotografías ganadoras, habrá presencia de la DOP Sidra de Asturies en Madrid Gourmet, se celebrará ‘La mar de sidra de Asturies’, y ya para junio se presentará el Salón de la Sidra de Asturies DOP… por citar algunos de los eventos más inmediatos.
Ciertamente no podemos ignorar que dos años de pandemia han perjudicado de forma notable el sector: cosecheros, llagares, sidrerías… y que la recuperación del tiempo perdido va a ser difícil y en algún caso imposible; además la coyuntura internacional no es precisamente halagüeña, pero lo cierto es que hay ganas de salir de este bache y, de verdad, este año la sidra está especialmente buena.
