La octava edición del Salón Internacional de les Sidres de Gala –SISGA- ha supuesto un importante avance cuantitativo y cualitativo en el que no solo se ha profundizado en la proyección internacional, el espacio gastronómico y la difusión y puesta en valor de este tipo de sidras, sino que ha servido para poner las bases que permitan conformar una estructura común que consiga vincular y potenciar mutuamente a los diferentes territorios sidreros europeos e internacionales.
El compromiso de la corporación municipal de Xixón con el SISGA –en la Cena de Gala participaron concejales de la mayoría de los grupos políticos- ha sido siempre modélica, y su colaboración con la Fundación Asturies XXI en este campo permite esperar interesantes avances en beneficio del conjunto del sector sidrero tanto a nivel asturiano como internacional, del que esperamos dar noticias próximamente.
Lamentablemente, y como contrapunto a tan buenas noticias, el INE acaba de hacer pública una proyección demográfica para Asturies en los próximos 15 años que dando por hecho que se mantendrán las políticas españolas para Asturies, prevé una disminución de población de prácticamente un 8%, lo que sumado a datos objetivos previos respecto a la alarmante emigración forzada de los asturianos menores de 30 años en los últimos años, nos dibuja un panorama francamente desalentador, puesto que supone una disminución del mercado potencial asturiano para el 2032 de casi un 20%.
La consecuencias para el mercado de la sidra natural, cuyo consumo se centra en más del 96% dentro del país, son claras, y una vez más pone en evidencia la urgencia de un Plan Estratégico para el conjunto del sector.
Lo que sí parece que va a conseguirse, gracias a una presión social continua y constante, es que el “Principado” cumpla con su palabra tras diez años de promesas vanas, y esta vez sí presente la candidatura de la cultura asturiana de la sidra a la Unesco; propiamente ante el Estado español para que una vez admitida por éste y puesta a la cola de las muchas que han ido acumulándose en estos diez años de oportunidades perdidas, la presente y la defienda ante este organismo internacional.
Por lo demás, los llagares comienzan a mayar la poca manzana asturiana de esta cosecha y a importar manzana y mostos para suplir esta carencia. La vecería, solucionada hace años en toda Europa, aún sigue causando estragos en Asturies. Parece mentira.