Sidra Val d’Ornón, del llagar Menéndez (Xixón), Sidra Foncueva (Sariegu) y Sidra Camín, de Trabanco (Xixón) fueron las tres triunfadoras en la 53 edición del certamen maliayo que escoge la mejor sidra de Asturies
De acuerdo al jurado, compuesto por Joaquín Fernández, Gumersindo Martínez, Juan Pérez Miyar, Mariano Villoria y Victor Fernández, todos ellos expertos con amplísima experiencia evaluando sidra, la mejor sidra de las 38 presentadas al concurso de Villaviciosa, procedentes de llagares de toda Asturies, fue Sidra Val d’Ornón, de Menéndez de Xixón; Segunda quedó la Sidra Foncueva Selección, de Sariegu, y tercera fue Sidra Camín, de Trabanco también de Xixón.
La criba había comenzando días antes y a esta final –en la que hubo triple empate para el cuarto puesto- llegaron sólo los siete mejores llagares. Para llegar hasta aquí estas sidras pasaron primero por un análisis químico de muestras de las sidras presentadas, para asegurarse de que “cumplían los criterios mínimos para pasar a la final según lo que marca la legislación vigente en calidad para la sidra natural”. Pasaron por una primera fase de preselección en la que se determinó qué sidras pasarían a la gran final, que tuvo lugar la tarde de ayer en la Plaza’l Güevu, con presencia de nutrido público, numerosas autoridades y muchos de los llagareros participantes en el concurso.
El Concurso de Sidra Natural de Villaviciosa es el más antiguo de Asturias. Se celebró por primera vez en 1971, cuando la Hermandad de Caballeros Defensores de la Manzana y la Sidra, en colaboración con el Ayuntamiento, convocó la primera edición del mismo dentro del Festival de la Manzana; entonces era bianual, pero su éxito llevó a que se decidiera hacerlo todos los años. Ahora es uno de los más prestigiosos y para los llagareros conlleva un honor muy especial conseguir este reconocimiento, como decía ayer Sabino Menéndez tras recoger el trofeo de manzana que representa su victoria.
Además, en el certamen se hizo un emotivo homenaje al maliayés Laudelino Riva, uno de los grandes colaboradores de los concursos sidreros de la Villa y de otros concejos asturianos, fallecido hace unos meses. Sus hermanos -Carmen, Luis y Alejandro Riva- recogieron una placa que trataba de mostrar el reconocimiento del mundo sidrero a Laudelino.