Carretera Tiñana arriba nos encontramos con un establecimiento que aúna lo mejor de un llagar que acumula tres generaciones de historia y un restaurante amplio y acogedor (la cuenta para espichas y celebraciones) con una carta larga y variada, inspirada en los productos y platos tradicionales del país.
Para comenzar pedimos una ración de Sabadiegu de Noreña a la sidra, con patatinas, sabor muy auténtico y cantidad generosa.
pero para espectacular, el segundo plato, Merluza con gula y langostinos. La merluza se deshace en la boca y la salsa tiene el punto justo para resaltar -que no esconcer- el sabor del resto de los ingredientes.
De postre, Milhojas de manzana con helado de avellana, una especialidad de la casa que remata perfectamente una comida para relamerse, regado, por supuesto, con algunas botellas de Sidra Quelo.