Son piezas de cerámica, o incluso de hierro, que además de cocinarnos un rico postre, también aromatizan nuestra comida o cena
LA SIDRA.- En estas fiestas hemos tenido que adaptarnos a las nuevas restricciones. Y si bien echamos de menos los chigres, cómo no… hemos intentado alegrarnos un poco y –cumpliendo con todas las medidas de seguridad y recomendaciones indicadas– preparar suculentas comidas o cenas en casa; ya sea con las personas con quienes convivimos o con nuestro grupo burbuja, según sea el caso.
Pues ha sido en una de estas reuniones de cuatro participantes donde pudimos conocer el asador de manzana. Cabe mencionar que la anfitriona fue una chica oriunda de Chequia a la que le habían regalado el citado artilugio. Pues bien, este consiste en una pieza de cerámica del tamaño de la manzana que se va a introducir y que se abre por la mitad. Una vez cerrada con el debido fruto dentro, se pone encima de un pie del mismo material, un hornillo, en el cual cabe una vela pequeña.
Así, en dicha estructura, la manzana se va asando lentamente. Pero atención: hay que ponerla con suficiente tiempo para que quede bien asada. Por ejemplo, al inicio de la comida o de la cena. Un pequeño orificio en el cénit de la estructura hace que los vapores de la cocción vayan emergiendo delicadamente aromatizando la estancia. Ya os podéis imaginar el resultado. Además este asador nos permite ser creativos ya que también deja espacio para agregar azúcar, anís, canela u otras especias.