Editorial
Acaba un año difícil en el que asistimos a lo que, esperamos, sean los últimos coletazos de una pandemia que se nos hace interminable y para la que se han aplicado medidas sanitarias, no siempre entendibles, que han perjudicado enórmemente a la hostelería, y como consecuencia a todo el sector de la sidra.
Pese a todo ello vemos cómo se recuperan y reactivan eventos como los Jueves de Sidra con Denominación, Xixón de Sidra, o Asturies Sidra Brut, reflejo de una paulatina reactivación del sector, con muchas ganas de recuperar el tiempo perdido y dispuesto a apostar por aquellas iniciativas que le permitan recobrar su pujanza y presencia social.
Por otra parte, este mes está siendo especialmente interesante en lo que a distinciones se refiere, Pablo Manzano ha obtenido el Premio Nacional de Gastronomía, Tierra Astur el también Premio Nacional de Hostelería, y las sidrerías La Sifonería, Casa Ricardo y La Costana han sido distinguidas
con el Plato de Oro. Hay calidad, hay empeño, y los merecidos reconocimientos van llegando poco a poco.
De destacar también el Campeonato Oficial de Escanciadores que, pese a todas las dificultades, ha finalizado con éxito esta edición en la que ha resultado ganador Wilkin Aquiles, a quien aprovechamos para felicitar, y en la que han triunfado tanto los participantes como los organizadores por su empeño y
compromiso. ¡Bien por ellos!
Por lo demás, sigue la expectación con la candidatura de la cultura asturiana de la sidra a la Unesco. Parece que se comienza a ser consciente de la transcendencia que tiene conseguir esa distinción para que la marca Asturies, y específicamente la sidra de Asturies, se entronice a nivel internacional como referencia única. Las repercusiones en el sector sidrero, hostelero, turístico… incluso
social y cultural, son evidentes.
Por último, recordar a todos los amantes de la sidra que estas fechas son especialmente apropiadas para que no falte la sidra en nuestras mesas, la natural, las espumosas, las de hielo… todas ellas, para celebrar las fiestas y para dar entrada a un nuevo año del que esperamos lo mejor.
