EDITORIAL
Comienza el mes con nota de prensa de la DOP anunciando la buena evolución de la “Sidre d’Asturies” en los toneles, y no podemos menos que esperanzarnos ante lo que entendemos será uno de los mejores años en lo que a la sidra se refiere.
Por otro lado, la presencia asturiana en Madrid Fusión y en Enofusión, especialmente de nuestra sidra, ha sido notable y la iniciativa privada ha superado una vez más el abandono de un “Principado” que tampoco aquí ha sido capaz de estar a la altura requerida. Es igual, se ha conseguido una presencia más que digna y es de esperar que se vea reflejada en una cada vez mayor presencia y reconocimiento de nuestra sidra en el mercado estatal.
El Muséu de la Sidre de Nava sigue igual, evolucionando a peor, sin iniciativas, sin proyecto de futuro y sin compromiso institucional. Patética la postura de Javier Fernández llamando a los llagareros a que se impliquen, cuando una de las causas de la actual situación es el incumplimiento de los compromisos económicos de la institución que preside. Faltan ideas, falta implicación y en la linea de la incompetencia, se baraja la posibilidad de hacer de lo que debiera de ser un bastión de la cultura asturiana de la sidra, un simple museo-exposición para turistas. No era eso, no es eso.
Y siguiendo en el terreno de los despropósitos, no podemos menos que mencionar la originalidad del Sporting de Xixón. El equipo de la ciudad más sidrera del mundo se dedica a comercializar en sus tiendas oficiales vino de La Mancha. Parece que reivindicarse como equipo xixonés, y per ende asturiano, solo es útil para pedir apoyo. El cosmopaletismo y la deshonestidad a la hora de reivindicar la asturianía son una lacra para este país.
Pero el tiempo avanza, la sidra sigue fermentando, y ya tenemos a la vuelta de la esquina la Primer Sidre l’Añu (PSLA), la séptima edición de este evento que marca el inicio de la temporada sidrera asturiana. La PSLA, y el Sidracrucis, la procesión más sidrera del mundo… y el primer concurso de sidra nueva, sin trasegar, la Meyor Primer Sidre l’Añu. Se nos acumulan las buenas perspectivas y eso que no hemos hecho más que empezar el año. Un año especialmente sidrero por lo que estamos viendo.