La sidra es mucho más que una bebida alcohólica hecha de manzanas.
LA SIDRA.- Hoy en día, la sidra se hace en todo el mundo, y con muchos ingredientes diferentes que ofrecen toda una variedad de sabores y estilos: desde la ácida y seca a la dulce e intensa, clara o turbia, sin gas o espumosa.
Aparte de las increíbles variedades que se encontramos en la sidra asturiana, los diferentes países ofrecen diferentes experiencias a la hora de beber sidra.
Mientras que las sidras inglesas son generalmente secas, ácidas y ricas en taninos, las francesas son más dulces y con menor contenido en alcohol. Y los lagareros de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos tienden a mezclar variedades de manzana de mesa, así que sus sidras varían en dulzor.
La sidra de manzana se considera la original, y algunos dicen que la mejor, ya que las manzanas contienen azúcares que le dan dulzor, y ácido málico y taninos que le confieren acidez.
Las peras, altas en taninos y acidez, son adecuadas para hacer sidra también, aunque contienen menos ácido málico que las manzanas, lo que resulta en una bebida más dulce y delicada.
En la última década, la introducción de sidras elaboradas con frutas exóticas han ganado en popularidad, con marcas suecas experimentando con sabores de maracuyá y fresa o sidras australianas que introducen flor de saúco o granada.