Editorial
Nos hemos visto obligados a retrasar la edición de este número de LA SIDRA ante la sorpresiva noticia del rechazo por la Unesco de la candidatura de la cultura asturiana de la sidra como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Un fracaso difícilmente mesurable que se ve agravado por la comunicación, por parte del ‘Principado’, de una versión poco verosímil de lo ocurrido, con contradicciones evidentes y no facilitando la respuesta oficial de la Unesco.
Nos faltan palabras y nos sobra decepción.
Por lo demás, este mes de julio estaba siendo especialmente positivo para la sidra, en el que el Festival de la Sidra de Nava ha tenido un especial protagonismo y en el que se han visto detalles de renovación interesantes, aunque sigue echándose de menos la asturianía: música asturiana, folclore asturiano, lengua asturiana… en cualquier caso, esta ha sido una edición más que afortunada, que marcará tendencia.
Por su parte, debemos destacar nuevamente el dinamismo de los concursos de escanciadores, también en fase de renovación; y muy especialmente de los concursos de sidra casera, cuya vitalidad sigue sorprendiendo, y donde se observa una cada vez mayor participación de gente joven, auténtica garantía no solo de continuidad, sino de superación.
Por lo demás, en este mes en el que tenemos al sol como castigo, se repiten las fiestas de prau, donde la sidra goza de estupenda salud ¡Qué decir del Carmín!, y se apuntan eventos especialmente sidreros como Les Piragües, el Xiringüelu o San Timotéu… las espectativas son estupendas.
Lo único que preocupa un poco es ver las pomaradas con poca manzana y el pensar en cómo se verán afectadas por el exceso de calor ¡que no falte manzana! ¡que no falte sidra!
Y ya al final, la espera de dos eventos emblemáticos: la Fiesta de la Sidra de Xixón y el Salón Internacional de les Sidres de Gala; y es que pese a incapacidades e incompetencias institucionales, la sociedad civil asturiana es la mayor, la auténtica garantía de pervivencia del sector, la que ha mantenido con vigor la cultura asturiana de la sidra y la que la vive y refuerza día a día.