La Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias nombró ayer a sus nuevos miembros de mérito, en un acto con el que se quiso dar fuerza para que la cultura sidrera sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el próximo otoño.
LA SIDRA.- La ceremonia, que se celebró por primera vez en el Muséu de la Sidre de Nava, se inició con la intervención del alcalde naveto, Juan Cañal, y fue conducida por Ricardo del Río y Milio del Nido tras la cual se procedió al acto en sí, acogiendo a los nuevos cofrades de mérito, «Todos ellos involucrados con la cultura sidrera asturiana como Patrimonio de la Humanidad y demostrando nuestro apoyo a esa candidatura»,
Los nuevos miembros de mérito, a los que se les reconoce su apoyo a la sidra, a quienes se puso la capa y la montera picona que caracteriza a los miembros de esta Cofradía sidrera, y se les dió el preceptivo “golpe de mayu” fueron el hostelero Francisco Gámez, de Casta Tataguyo – Avilés- la periodista Aitana Castaño, y el llagar Sidra Fran, -con un emocionado recuerdo a su fundador, Víctor Ramos, fallecido el pasado mes de febrero-.
En el acto, Francisco Gámez espresó su agradecimiento y emoción por este reconocimiento, destacando que toda su familia materna es de El Remediu –Nava- y la ilusión que le habría hecho a su madre –fallecida hace unos años- verle recibir esta distinción.
Por su parte, la periodista y escritora Aitana Castaño, muy contenta por su nombramiento como sicerator de mérito agradeció éste de la mejor manera: interpretando ‘La Mariñana’, una de las composiciones del repertorio de José González (El Presi), hoy día parte del patrimonio popular asturiano.
Por último le fue impuesta la capa y la montera de los Siceratores a Marta Eola, en representación del colectivo “Muyeres” que preside, agrupación de varios grupos de investigación folclórica que han llevado –y llevan- la música tradicional asturiana dentro y fuera de las fronteras asturianas, y que para expresar su agradecimiento parafraseó con éxito el nombre de la canción popularizada por Violeta Parra: “Gracias a la sidra que me ha dado tanto”
Así mismo, la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias también quiso destacar a Cristina Navarro y Roberto Hernández, pareja recién instalada en Nava con orígen en Albacete y Salamanca respectivamente, por su integración total en el municipio y la cultura asturiana, como la de la sidra.
El preceptivo culete que selló el juramento de todos ellos comprometiéndose con la defensa de la bebida patria asturiana fue magistralmente escanciado por Magdalena Sangrouber, campeona en 2121 del certamen de escanciadores del Festival de la Sidre de Nava.
Como no podía ser de otro modo, el ‘Axuntábense’ finalizó con una alegre espicha, celebrada en Les Dominganes, donde no faltó ni la sidra, ni la música y el baile asturiano, esto último muy de agradecer al colectivo “Muyeres”, la sidra por supuesto ‘Ramos del Valle’, del llagar Fran.