Foto: Ceviche de mejillones en escabeche con vinagre de sidra de Agromar, plato del chef José Luis Camacho del Zasacandil
En la presentación de la reforma se ofreció una cata maridaje de sus conservas, uno de ellos son mejillones en escabeche con vinagre de sidra
LA SIDRA.- Agromar ha invertido más de un millón de euros en la ampliación de sus instalaciones y maquinaria. La reforma comenzó a finales de 2019 y concluyó en este 2021. La inversión se centró en la ampliación de la nave, en la adquisición de nuevos equipos y también en la puesta en marcha de placas solares para la utilización de energía fotovoltaica. Su gerente, Armando Barrios, señaló en la presentación de la obra que Agromar está resistiendo la crisis provocada por la pandemia, a pesar de que buena parte de su producción está orientada a la hostelería. También que las conserveras asturianas apuestan por la calidad para distinguirse en el mercado.
Además, en la presentación se llevó a cabo una cata de los productos de la conservera en platos creados por el chef José Luis Camacho, del Zascandil. Elaboraciones como un crujiente de paté de sardinas, una coca con bocartes y pimientos asados, anchoas con una mantequilla hecha el mismo ingrediente, tortilla de huevas de merluza, una cebolla rellena de bonito y bañada en salsa de tomate casera, lasaña rellena de caviar de oricios o un taco de de cogote de bonito en el que en lugar de maíz se utilizó una hoja de lechuga. También a destacar un ceviche de mejillones. En la elaboración de este último se utilizó la conserva en escabeche que se prepara con vinagre de sidra.
“Preparamos el escabeche con vinagre de sidra, en primer lugar, para diferenciarnos de otros productos similares. Y hay que decir que le aporta un toque muy especial, es un vinagre más fino, más delicado, y queda muy bien con los mejillones” explicó a esta publicación Armando Barrios. Hay que destacar que en esta degustación se realizó con un maridaje con sidra y vino asturiano. De nuestra bebida más identitaria se dio a probar Poma Áurea, la brut nature de Trabanco. Y en cuanto al vino, todo fue de la DOP Cangas, la bodega en concreto fue Monasterio de Corias. Se dieron a degustar Guilfa, el elaborado con Albarín blanco, y también el tinto, con Verdejo negro y Carrasquín.
