Semeya: Varsovia
La coctelería más atractiva de Asturies recupera la tradición europea de beber sidra o vino calientes, protagonistas de apetecibles mezclas para el invierno
LA SIDRA.- Aún queda frío por delante y este se lleva mucho mejor con un trago cálido y reconfortante… ¡sobre todo si lo preparan en una de las mejores coctelerías del país! Varsovia, en la calle Cabrales número 18 de Xixón, ha recuperado la tradición europea de beber sidra y vino calientes, y los ha convertido en los protagonistas de creativos cócteles.
“El frío se ha combatido desde hace miles de años con intensas y aromáticas bebidas que tienen como base vino cocinado a fuego lento con ingredientes como miel, azúcar, clavo, canela, vainilla, anís, piel de naranja o limón… Es el caso del vigorizante Conditum paradoxum de los ejércitos de Roma o del popular glühwein alemán (vino encendido) típico de los mercados navideños. Pero también, hay otra estrella indiscutible en estos originales cócteles: la sidra caliente, que en países como Estados Unidos, Canadá o Inglaterra se suele preparar con canela, naranja, manzana, nuez moscada, clavo, mantequilla… Entre los cócteles calientes con este ingrediente destacan algunos como ‘El Llar’, que se prepara con vermú de sidra, una sidra especiada por Borja Cortina y su equipo de bartenders, y que también lleva bourbon entre otros ingredientes” señalan desde la empresa y agregan: “Todos estos cócteles –y muchos más- se pueden disfrutar en Varsovia, “mientras uno se maravilla, bien calentito, con las vistas a la Bahía de Xixón”. Más cócteles que preparan son ‘Hot Toddy’, con whisky, té, miel, zumo de limón y sirope de azúcar o ‘Hot Buttered Rum, con ron, miel, mantequilla y especias. Aunque también hay sitio para los tradicionales como el ‘Carajillo con nata’ o el ‘Irlandés’.
La sidra caliente fue tradicionalmente consumida en Asturies, generalmente con azucar o miel, corteza de naranja o limón y canela. Sin embargo, nos últimos tiempos, su consumo fue disminuyendo, quedando restringido al ámbito familiar, aunque con iniciativas como las del Varsovia, es fácil recuperar esta agradable bebida.