Inés Reyes es una convencía de los escanciadores automáticos y en un duda ni un momento en destacar sus ventajas “son más limpios, la sidrería huele mejor, no salpican, la calidad de los culetes es la propia que si la echar un camarero, sale igual de espumada… de mis clientes en un ha protestado nadie, a la contra, yo creo que desde que hemos puesto los escanciadores todavía toman más culinos.”
Para ella los escanciadores automáticos han sido providenciales, especialmente cuando, va tras años, ha quedado sola con su hijo al frente el negocio familiar: era imposible atender, cocinar y echar sidra entre solo dos personas, así que han decidido dejar de escanciar y utilizar nada más los aparatos, tanto en la barra como en las mesas del comedor.
Antes, cuando su hombre echaba los culinos en la barra, y utilizaban escanciadores para servir la sidra en el comedor, primero en su versión artesana, ello es, agujereando el mismo corcho, luego los taponcillos verdes y, desde que los han salido automáticos, nunca han dejado de tenerlos a disposición de la clientela.
Ya han pasado por varios modelos desde aquel primer Isidrín, hace más de 15 años: han tenido el de la mazanina, el del Sporting, el del Barça… ahora están muy contentos con el del tonel, no muy grande, cómodo y manejable; para Inés “son quienes mejor echan porque tienen el echaor perriba”.
La sidra que tienen siempre en El Maldito es del Llagar Arsenio, clientes de la sidrería y también un negocio familiar, como el suyo, con quienes tan seguros de que siempre les van traer un buen palo, “cosa que los lagares grandes no siempre garantizan a una sidrería pequeña como esta”.
El Maldito. Feijóo 79. Xixón T. 984 19 03 85
