A la natural satisfacción por la gradual apertura de sidrerías se contrapone la suspensión del Rally de la Sidre y parcialmente del Festival de la Sidre de Nava, entre otras
LA SIDRA.- Si no hay novedad el próximo lunes 25 de mayo Asturies pasará a la Fase II de la desescalada de esta larga pandemia del coronavirus, que permitirá que las sidrerías puedan atender también en el interior, y no solo en las terrazas. Así, con muchas limitaciones y un elevado coste económico para las sidrerías, todo parece indicar que la normalidad – la “nueva normalidad” según expresión acuñada por el gobierno- va llegando, y que progresivamente vamos a poder disfrutar de la sidra en el ambiente que le es propio.
Por contra, continúan dándose suspensiones de eventos sidreros de primer orden, como es el Rally de la Sidre, que se suspende este año, aunque se están barajando alternativas para celebrar la Fiesta de la Sardina, y el Festival de la Sidre de Nava limita todas sus actividades públicas, limitándose a mantener los premios a las mejores sidras de Asturies y de Nava, y al concurso oficial de escanciadores.
A todo ello, por supuesto, hay que sumar las fiestas y romerías tradicionales que no han podido celebrarse, y otras que están cuanto menos en el aire: El Carmín, Les Piragües, El Xiringüelu, San Timoteo… Las espectativas no son buenas, y en el mejor de los casos, de celebrarse será con muchísimas limitaciones, con lo que la recuperación de la temporada sidrera será extremadamente penosa, y a estas alturas los llagares continúan con los toneles llenos y con serias dificultades para su comercialización.
Vamos mejorando, pero no tanto como quisiéramos. Habrá que tener paciencia, y mientras tanto insistir en la posibilidad que nos abren muchos llagares para llevarnos su sidra directamente a nuestro domicilio. No es exáctamente lo mismo, pero es una buena opción dandas las circunstancias.
