Lo mismo que han hecho los llagares, las sidrerías también se reinventen para poder mantener la actividad y dar servicio a los clientes
LA SIDRA.- Lo mismo que los lagares han dado pundonor a la entrega de la sidra a domicilio, los bares – muchos de los cuales ya contaban con este servicio- también están recurriendo al servicio de comida a domicilio, una opción con la que poder sobrevivir al confinamiento y de poder atender a los clientes que no solo echan de menos la sidra, si no los menús y la cocina de las sidrerías.
La crísis sanitaria y el confinamiento va alargándose y las perspectivas de apertura no parecen probables por el menos hasta junio, así que son muchas las sidrerías que han decidido reinventarse para poder sobrevivir a esta pandemia. Por otro lado, y no es menos importante, son muchos los clientes que extrañan no poder disfrutar de la cocina de las sidrerías, unos callos, un cachopo, una lubina… elaborados con el estilo propio de cada sidrería, y sin los cuales parece que falta algo. Y todo ello con la sidra de siempre, sin escanciador que nos la sirva, es cierto, pero adaptándose a las circunstancias.
Las sidrerías lo tienen complicado en esta crisis sanitaria, pero lo peor que llevan los chigreros es la falta referencias ¿cuanto puede durar? ¿hay que poner mamparas? ¿hay que disminuir el aforo? Muchas preguntas que ahora mismo no tienen respuesta y que mantienen al sector en vilo, buscando como descubrirse a las nuevas circunstancias, y siempre dispuestos a estar ahí en el momento que las disposiciones sanitarias lo permitan.